¿Puede un bebé manipular?

Manipular es un verbo cargado de malicia y carente de escrúpulos. Por eso, cuando oigo decir que los bebés y niños pequeños manipulan a sus papás, no lo entiendo. Me dirán los que piensan que es así,  que “si cada vez que el bebé llora lo levantas, habrá logrado su objetivo y estará llorando todo el tiempo para no darte un minuto de paz y lograr lo que quiere”. Olvidan los que dicen eso, que llorar es prácticamente la única forma de comunicarse que tienen los bebés. Olvidan que los bebés sólo quieren estar con mamá, con papá y que dependen completamente de su amor y cuidados.

También dirán los que dan consejos (sin que se los pidan) que lo mejor es ignorar los berrinches de los niños de dos años, pues “si les haces caso, si les prestas atención, ya sabrán cómo manipularte”.

Los bebés y niños pequeños son muy inteligentes, eso es cierto. Pero de ahí que pensar que te están manipulando y tramando una estrategia maquiavélica para controlar cada movimiento a su favor, simplemente, NO.

Para poder de verdad manipular, los bebés tendrían que nacer con o desarrollar muy pronto estas complejas habilidades cognitivas:

  • Pensamiento hipotético
  • Pensamiento racional y crítico
  • Empatía
  • Control de sus impulsos

Ya lo han comprobado los científicos: estas habilidades cognitivas son las últimas en desarrollarse entre los 20 y 25 años de edad.

Así que la idea de que los bebés y niños pequeños manipulan, refuerzan el modelo que yo no comparto de que la tarea de los padres es siempre tener el control y jamás permitir que los niños “se salgan con la suya”. Para mí, es como si los papás se pusieran los guantes de boxeo y estuvieran listos para derrotar los planes maliciosos de su enemigo: su bebé. Algo que para mí no tiene sentido.

La maternidad y la paternidad no tienen por qué  llevar impreso el sello de la paranoia de la manipulación. La relación entre padres e hijos no debería plantearse en términos de poder, sino en términos de un amor que se desarrolla en el equilibrio y el respeto mutuo. Ceder no es una derrota, controlar no es un triunfo.

Tu bebé no te manipula, lo más probable es que sólo quiera tu cercanía o no sepa cómo manejar una emoción intensa. Olvida esas teorías truculentas y más bien, sigue tu instinto maternal.

Autora: Ana Hanssen

 

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