BLACK BREASTFEEDING WEEK: del 25 al 31 de Agosto de 2019

Mucha gente no conoce este evento (Black Breastfeeding Week), hace solamente 4 años que se celebra y este año tiene lugar entre el 25 y el 31 de agosto.

¿De verdad hace falta una semana mundial de la lactancia específica para las madres y los bebés de raza negra? ¿con la que celebramos la primera semana de agosto no es suficiente? Pues claramente no es suficiente.

Si miramos la presentación de la organización que lidera el proyecto (abajo), la lactancia materna en mujeres afroamericanas es notablemente inferior y los bebés tienen serios problemas de salud relacionados con no haber sido amamantados. En su presentación explican que la lactancia de mujeres negras tiene diferencias culturales que hay que tener en cuenta y, sobre todo, que necesitan un apoyo especial que las acompañe y ayude a conseguir la lactancia que desean.

5 razones por las que necesitamos una Black Breastfeeding Week:

La Semana Mundial  específica para madres y bebés negros se creó porque durante más de 40 años ha habido una enorme disparidad racial en las tasas de lactancia materna. Los datos más recientes de el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que el 75% de las mujeres blancas inician la lactancia frente al 58,9% de las mujeres negras. El hecho de que la disparidad racial en la iniciación e incluso una más elevada en lo que se refiere a la duración de la misma, ya es razón suficiente como para dedicar 7 días para reflexionar sobre el tema, pero aquí hay unas cuantas razones más:

  1. La alta tasa de mortalidad infantil en bebés de raza negra: los bebés negros doblan la tasa de mortalidad (en algún lugar, casi lo triplican) de bebés blancos. Esto es un hecho. La alta tasa de mortalidad infantil entre los bebés de raza negra se debe sobre todo a haber nacido enfermos o prematuros. Estos bebés necesitan mucho más la inmunidad y los beneficios nutricionales de la leche materna. Según el CDC, el aumento de la lactancia materna entre las mujeres negras podría disminuir las tasas de mortalidad infantil hasta en un 50%.
  2. Las altas tasas de enfermedades relacionadas con la alimentación: cuando nos fijamos en los beneficios de la leche materna – como el primer alimento más completo-  que ha demostrado reducir los principales riesgos de salud de los niños afroamericanos. Desde infecciones en el tracto respiratorio superior, la diabetes tipo II o el asma, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) y la obesidad infantil. Y la leche materna es la mejor medicina preventiva que la naturaleza ofrece.
  3. La falta de diversidad en el campo de la lactancia: no sólo hay flagrantes disparidades raciales en las tasas de lactancia materna, existe una disparidad evidente en el liderazgo de la lactancia materna también. No es discutible que el liderazgo pro lactancia materna está en manos de las mujeres blancas. Esto es un problema. Por un lado, por desgracia perpetúa la idea errónea de que las mujeres negras no amamantan. También significa que muchos de los profesionales de la lactancia, aunque bien intencionados, no están culturalmente preparados, ni suficientemente capacitados o sensibles para tratar adecuadamente a las madres afroamericanas. Esta es una semana para discutir la falta de diversidad entre los especialistas en lactancia y para cambiar nuestra narrativa. Un tiempo para resaltar, celebrar y mostrar los campeones de lactancia materna en nuestra comunidad que a menudo son invisibles. Y para asegurarse de que el liderazgo de la lactancia materna también refleja la misma paridad que buscamos entre las mujeres que amamantan.
  4. Barreras culturales específicas entre las mujeres negras: si bien muchas de las trampas para una lactancia son universales, las mujeres negras tienen además barreras culturales propias y una historia compleja conectada a la lactancia materna. Desde el papel de nodrizas en la esclavitud siendo obligadas a amamantar y a cuidar de los hijos de sus dueños a menudo en detrimento de sus propios hijos, a la falta de modelos y apoyo multi-generacional, a sus propios estereotipos dentro de su comunidad, tienen un discurso diferente en torno a la lactancia materna y que necesita una atención especial.
  5. Condiciones “desérticas” en sus comunidades: muchas comunidades afroamericanas son auténticos “desiertos” en cuestión de apoyo a la lactancia -desierto es un término que acuñé para describir las condiciones en muchas áreas urbanas donde las mujeres no pueden acceder a ayuda para ofrecer el mejor alimento a sus bebés. No es justo pedirle a la mujer, a ninguna mujer, que amamante cuando se vive en una comunidad que carece de apoyo. Tiene todos los números para fracasar.

Fuente: Alba Padró. blog.lactapp.es

 

CIÁTICA EN EL EMBARAZO ¿QUÉ ES? ¿CÓMO PREVENIRLA Y ALIVIAR EL DOLOR?

¿Qué es la ciática?

La ciática se produce al inflamarse el nervio ciático, el nervio más largo y ancho del cuerpo. Comienza en la pelvis, continua por la parte trasera de los muslos y se ramifica detrás de las rodillas llegando hasta los pies.

Es una dolencia que se manifiesta con frecuencia en la parte baja de la espalda, en un lado, y afecta hasta la mitad del glúteo. Cuando la ciática es bastante leve, el dolor está localizado. En las formas más importantes, en cambio, el dolor se irradia a lo largo de la pierna y llega a afectar la corva de la rodilla e incluso al talón y el pie. De hecho, éste es el recorrido del nervio ciático, que parte de la región lumbar y se extiende a las piernas.

Ciática en el embarazo: ¿Por qué es tan común?

El nervio ciático es un nervio especialmente vulnerable a la presión. Por eso la sobrecarga de peso que se produce durante el embarazo ocasiona dolor en el nervio. A medida que el útero crece, los nervios espinales que alimentan el nervio ciático en la parte baja de la espalda se comprimen e irritan.

Las hormonas también son responsables de que aparezca ciática en el embarazo.

Hay mujeres que comienzan a sufrirla incluso desde las primeras semanas. Se debe a que durante la gestación el organismo de la mujer segrega una hormona llamada relaxina, que ayuda a reblandecer la zona de la pubis y la matriz para facilitar la salida del bebé a través del canal de parto. Esta distensión de los músculos de la zona relaja los ligamentos provocando dolor.

¿Cuándo suele aparecer éste dolor o molestia de ciática en el embarazo?

La ciática es un trastorno que suele aparecer en la segunda mitad del embarazo, cuando el peso de la barriga obliga a la futura mamá a adoptar posturas incorrectas.

Por ello, la mayoría de las veces, estos dolores aparecen a partir del cuarto o quinto mes de embarazo.

Debemos consultar a nuestro médico para verificar que el embarazo sea la única causa de esta ciática. ¿Por qué? porque el tratamiento de la ciática depende de la causa y puede ser muy diferente de un caso a otro.

Embarazada, ¿qué postura adoptar?

Estando embarazadas, notaremos algún cambio en nuestro centro de gravedad. Para limitar el dolor de espalda y la pérdida de equilibrio, es mejor favorecer ciertas posturas:

Sentadilla: sentarnos sobre los talones y asegurarnos de mantener la espalda recta.
Levantar un objeto del suelo: agacharse y ponerse de pie sin problemas.
Salir de la cama: ponernos a un lado, cruzar la pierna superior en la inferior y usar las manos para enderezar.
Evitar mantener el estómago hacia adelante y la espalda excavada (demasiado arqueada).

¿Qué podemos hacer para aliviar el dolor de ciática?

Controlar el peso en el embarazo: un aumento excesivo de peso ocasiona una mayor compresión del nervio ciático.

Cambios posturales: unos malos hábitos posturales contribuyen a que el dolor aparezca. Por ejemplo: evitemos estar sentada durante tiempos prolongados, no cruzar las piernas al sentarnos, si nos agachamos siempre hacerlo doblando las rodillas, mantener la espalda recta y caminar erguida.

Utilizar un calzado adecuado: no es bueno que sea del todo chato ni que tenga demasiado tacón. (La medida justa es 4 cm aproximadamente)

Intentar no levantar nada pesado. Si tenemos que levantar algo, debemos doblar las rodillas y mantener la espalda recta. Es importante que mantengamos el objeto que estamos levantando cerca de nuestro cuerpo. Y no nos olvidemos de «escucharlo», si sentimos mucho dolor debemos de dejar de hacer lo que estábamos haciendo para evitar que el dolor se haga mas severo o intenso.

Para dormir podemos colocarnos una almohada entre las piernas para aliviar el dolor si lo hacemos de costado o colocar una almohada debajo de las piernas si dormimos boca arriba.

Cuando aparece el dolor, colocar calor seco en la zona varias veces al día. Podemos hacerlo con una manta eléctrica, envolviendo en una toalla una bolsa llena de agua caliente o calentando un paño con la plancha.

Darnos un baño de agua templada cuando el dolor sea fuerte o se agudice.

También son recomendable los masajes y la osteopatía: ambas técnicas contribuyen a aliviar el dolor y la tensión de la zona gracias a técnicas de relajación y estiramiento.

Además de ello:

La alimentación es muy importante

También es muy recomendable que procuremos aumentar en nuestra dieta el consumo de alimentos ricos en vitamina D (contra la debilidad muscular) y vitamina B1 (para fortalecer los nervios).

  • Tienen vitamina D el pescado azul (sardinas, arenques, boquerones…), la leche y los derivados lácteos, la yema de huevo y la margarina.
  • Son abundantes en vitamina B1 los cereales integrales, la avena, la carne de cerdo, las hortalizas, el salvado de trigo y la levadura de cerveza.

Puede que estos consejos te sean útiles para combatir el dolor de ciática en el embarazo, dado que es una molestia típica del período de gestación que suele desaparecer espontáneamente después del parto.

De todos modos, si el dolor es demasiado intenso lo recomendable, como se planteó mas arriba de la nota es que lo consultemos con nuestro médico, quién puede recetar o indicar algún tratamiento a seguir.

Elaboran nuevas directrices de seguridad para mejorar el COPAP (Contacto Piel a Piel)

Los beneficios de esta práctica son innumerables, pero no debe descuidarse la vigilancia del bebé y de la madre

Un estudio coordinado por Carmen Pallás desde el Hospital 12 de Octubre, y que se ha llevado a cabo en 10 hospitales españoles, muestra que la frecuencia de episodios de saturación de oxígeno inferior a 90 por ciento, en las dos primeras horas de vida del recién nacido, se reduce en un tercio en los niños cuyas madres están incorporadas a 45º sobre el plano horizontal de la cama en comparación con los niños cuyas madres están incorporadas a 15º.

“Una intervención simple como aumentar el ángulo de inclinación de la cama de la madre mientras realiza el contacto piel con piel con su hijo recién nacido, durante las primeras 1- 2 horas de vida tras el parto, podría favorecer la estabilidad hemodinámica y respiratoria del recién nacido contribuyendo así a reducir la aparición los colapsos neonatales súbitos e inesperados durante este procedimiento” asegura la doctora Isabel Izquierdo, portavoz de muerte súbita del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría.

“Al menos el 80 por ciento de los recién nacidos, por parto vaginal o cesárea sin anestesia general, son colocados en contacto piel con piel inmediato o en los primeros cinco minutos tras el parto. Los beneficios descritos de este primer contacto entre madre e hijo son innumerables, por lo que se debe estimular su práctica de manera segura y supervisadafavorece la adaptación a la vida extrauterina, disminuye el estrés, facilita la regulación térmica, la glucemia y la estabilidad cardiorrespiratoria, disminuye el tiempo de llanto, fomenta el establecimiento del vínculo, beneficia el agarre al pecho, disminuye la ansiedad materna y aumenta la frecuencia y la duración de la lactancia materna, entre otros”.

Las dos primeras horas son las más críticas

Sin embargo, la implantación del contacto piel con piel como práctica habitual en las maternidades ha puesto de manifiesto la aparición de episodios de colapso post-natal súbito e inesperado que, aunque continúan siendo un fenómeno muy poco frecuente, puede tener consecuencias graves. Los datos sobre la incidencia, tendencia, evolución y pronóstico son variables debido a la falta de consenso en su diagnóstico, considerándose actualmente una infraestimación de los casos.

“Las horas más críticas son especialmente las dos primeras horas de vida del bebé, aunque podríamos extender este tiempo hasta las 24 horas. De ahí la necesidad de protocolizar el contacto piel con piel”, asegura la experta, que explica cómo debe realizarse esta beneficiosa práctica en los recién nacidos a término sanos: “En primer lugar es fundamental informar correctamente a los padres y contar con su consentimiento y colaboración”, asegura Izquierdo.

El secado y estabilización del bebé se realizará sobre el vientre materno, se comprobará el llanto, la respiración, el tono el color del bebé y se realizará el test de Apgar al 1 y  5 minutos de vida, se realizará el pinzamiento del cordón umbilical. “Es fundamental, llegado a este punto colocar a la madre y al recién nacido en una posición correcta que evite la obstrucción de las vías respiratorias del bebé”, concluye la experta.

Posición de seguridad del recién nacido durante el contacto piel con piel

  • Cara del recién nacido visible, nariz y boca descubiertos.
  • Cabeza del recién nacido inclinada y girada hacia un lado
  • Cuello recto, no doblado
  • Hombros del recién nacido rectos contra   la madre
  • El recién nacido se encuentra pecho con pecho con la madre
  • Se pueden sentir los movimientos torácicos y la respiración
  • Cubrir la espalda del recién nacido con una manta
  • La piel del recién nacido está sonrosada y caliente
  • Madre reclinada, No tumbada
  • Supervisión de ambos si se quedan dormidos en contacto piel con piel

“Atender a los más pequeños es una enorme responsabilidad, no solo clínicamente hablando, sino también socialmente. Estamos tratando a las futuras generaciones y del pediatra, como médico experto en su cuidado, depende que dicha atención se enmarque en unos parámetros excelentes de seguridad y calidad”, asegura Josefa Rivera, presidente del Comité Científico de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Por este motivo, en el 67º Congreso de la AEP celebrado en Burgos, se abordaron estos dos aspectos desde la perspectiva de cómo el pediatra ha de responsabilizarse de que la atención que ofrece sea segura desde el momento mismo del nacimiento del niño.

Fuente: Redacción Médica / Pediatría. España.

 

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