El Sueño es un Proceso Evolutivo
A través del tiempo se fue modificando la mirada sobre el niño. Actualmente se lo considera un sujeto activo que participa activamente de su desarrollo. La importancia que tiene para un bebé el contacto físico y afectivo de su madre, parte de su entorno familiar.
El beneficio y buen criar de los brazos, de responder frente a su llanto, las canciones de cuna, los cuentos, el empatizar con el niño para poder comprenderlo y responder a su necesidad son fundamentales para acompañar el proceso. Es importante recibir información seria y veraz, para despejar mitos y prejuicios.
«Su hijo es normal aunque se despierte, y usted también es normal, aunque lo vaya a consolar» Carlos González.
El sueño es un proceso evolutivo. Todo niño sano, aunque actualmente presente despertares frecuentes o algún problema a la hora de acostarse, va a dormir correctamente algún día.
Es importante conocer cómo evoluciona el sueño infantil, para así actuar en consecuencia, facilitando que los bebés, los niños desarrollen correctamente este proceso. El saber sobre el sueño, nos facilitará para minimizar la aparición de problemas.
Los esquemas básicos del sueño comienzan a formarse antes de que el niño nazca.
El sueño va ligado a nuestro desarrollo por lo tanto siempre cambia, estos cambios no son bruscos, se va modificando sigilosamente conforme vamos creciendo y envejeciendo.
Se ha comprobado que los bebés en estado fetal, especialmente en el 3er. mes de gestación, presentan momentos de vigilia, seguidos de momentos de inactividad muy semejantes a las fases del sueño que tienen los recién nacidos.
Antes de nacer hay dos patrones de sueño: activo / tranquilo. El sueño activo aparece en el 6to mes de gestación, mientras que el pasivo hacia el séptimo mes de embarazo. El sueño fetal es independiente del sueño de la madre. Un bebé intrauterino movedizo, no es sinónimo de un recién nacido intranquilo y viceversa. Los bebés antes de nacer emplean las tres cuartas partes del día en sueño activo y el resto en períodos de alerta, de ahí que tanto en estos bebés como en los que ya han nacido, el sueño REM ocupa la mayor parte del tiempo. Se sabe que una de las funciones del sueño activo es la de ajustar las conexiones neuronales, recolectar los circuitos cerebrales e instaurar aprendizajes.
Dormir es una necesidad vital, el sueño va evolucionando a medida que las necesidades del individuo lo requiere. Existe una sincronización con el sueño y las necesidades en cada momento de la vida.
Dormir es una necesidad básica, como lo es comer, beber o respirar. Por esto la naturaleza se encarga ya antes de nacer, de que sepamos hacer estas cosas desde el mismo instante que vemos la luz.
Durante el primer trimestre de vida el bebé necesita alimentarse frecuente, mantener en alerta a su cuidador, desarrollar la mente, madurar, ejercitar la succión. Los recién nacidos necesitan comer frecuentemente para evitar las hipoglucemia (descenso del nivel de azúcar en sangre) y crecer.
El bebé durante el primer año triplica el peso de nacimiento. Por lo que todo esto explica, porque un bebé no puede tener un sueño muy continuado, y necesita pequeñas siestas a lo largo de las 24 hs. del día, para poder despertarse frecuentemente y comer, estar en contacto con su mamá y su entorno.
Extraído del Libro de Rosa Jove “Dormir sin Lágrimas”.