Siete señales de que tu bebé se está alimentando correctamente
Si tu bebé toma pecho, estas son las algunas claves que te ayudarán a comprobar que está bien alimentado.
La literatura sobre lactancia materna, los pediatras, las matronas de preparación al parto y puericultoras repiten hasta la saciedad que, salvo contadas excepciones diagnosticadas por especialistas, todas las mujeres puedes dar el pecho a su hijos y pueden producir suficiente leche.
Pero aún así, es lógico que las dudas asalten a la madre primeriza en sus primeros pasos con la lactancia materna. Por eso, hoy queremos contarte qué aspectos debes tener en cuenta para saber que tu bebé se está alimentando correctamente.
Según el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatras y la app de lactancia Lact App, tu hijo estará bien alimentado si:
1) Su peso aumenta alrededor de 150 a 200 gramos por semana, a partir del quinto día y hasta los cuatro meses de edad. Los bebés suelen perder entre un 4 y un 6% de su peso y hasta un 10% los primeros días de vida. Es algo fisiológico y es normal que lo recuperen a la semana. Los pediatras se basan en tablas de percentiles para valorar el adecuado desarrollo de los niños. Son “curvas de crecimiento” en las que se muestran las tasas de crecimiento esperadas para los pequeños, según su edad y sexo.
El percentil 50 es la media. Esto quiere decir que un bebé cuyo peso está en este percentil, pesa o mide lo mismo que el 50% de los bebés o niños de su misma edad y sexo. Pero se consideran igual de normales el resto de los valores comprendidos entre los percentiles 3 y 97. Por eso, solo un 3% de los bebés de cualquier edad pueden tener peso bajo o superior a lo normal.
Puede resultarte de utilidad la calculadora proporcionada por los hospitales acogidos a la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) la te permitirá conocer en qué percentil de altura y peso se encuentra tu bebé, según los estándares de la Organización Mundial de la Salud.
2) Mama al menos 8 a 10/12 veces al día. No siempre maman por ‘hambre’. La lactancia también satisface otras necesidades, como el apego. Así lo asegura UNICEF. No hay que estar pendiente del reloj ni estipular las tomas cada tres horas como mínimo, como se hacía antaño, sino ofrecer el pecho a demanda cuando el bebé lo pida. Por eso es importante ignorar los comentarios ‘bien intencionados’ de la gente que si te ven con tu bebé al pecho continuamente te dicen aquello de “no tienes suficiente leche; este bebé se queda con hambre”.
Generalmente a partir del quinto día de vida el bebé hace varias caquitas al día, normalmente después de cada toma, o más. Sus deposiciones suelen ser de color amarillo-dorado y blandas. A partir de las seis semanas, el bebé puede estar 7 días o más sin manchar el pañal, sin que sea señal de estreñimiento. Cuando finalmente las hace, éstas deberían ser blandas y amarillas, o sea, normales para un bebé amamantado (lactancia materna exclusiva).
3) Orina varias veces al día. Un pis abundante, claro y regular es signo de que el bebé está sano, bien alimentado e hidratado. No se puede cuantificar el número de veces que debe orinar (se habla de al menos 5-6 al día) pero si observas el pañal más seco de lo habitual, pregunta al pediatra. Puede deberse a que ha tomado menos pecho (porque esté enfermo, alterado, porque no se le haya ofrecido con frecuencia…), porque ha sudado más de lo habitual si hace calor o porque tiene fiebre.
En verano, más que nunca, recuerda que la lactancia siempre debe ser a demanda para asegurar una correcta hidratación en los días de más calor.
4) Puedes oírle tragar cuando toma el pecho. Está mamando bien si no te duele y ves cómo hace movimientos lentos de toda la mandíbula y traga. Muchas veces los problemas con la lactancia se deben a un mal agarre del bebé. No hay una posición para dar el pecho mejor que otra: solo debe ser cómoda para la madre y lograr que la leche llegue bien al niño.
En cuanto a la postura del bebé, será correcta cuando tenga el cuerpo alineado de manera que: oreja, hombro y cadera forman una línea recta.
5) Sabrás que el agarre al pecho es bueno, según Lact App si el mentón y la nariz están tocando al pecho, con los labios hacia fuera, el bebé tiene el cuello entendido y queda más areola visible por la parte superior de la boca que por la parte inferior. Además, no te tiene que doler la mama, sus mejillas deben redondearse al mamar y el pezón sale largado cuando el bebé lo suelta.
6) Tus senos están más blandos después de amamantar. Recuerda que es importante procurar ofrecerle los dos pechos para que se vacían ambos y así evitar problemas de obstrucción mamaria o de asimetría, ( no limitar el tiempo, así llega a tomar la leche grasosa que se da durante la mamada).
7) Tiene los ojos húmedos, la piel hidratada y muestra interés en mirarte a ti o a cualquiera que le coja en brazos.
¡Por supuesto que conocer estas señales te tranquilizarán, y te convencerán de que estás alimentando a tu pequeñín con el alimento más completo que puedas ofrecerle: la leche materna. Así lo explica Unicef.
Pero si reflexionas un poco, te convencerás de que no necesitas más que tu intuición y amor de madre para saber si tu hijo crece sano y feliz.
Y sólo un último consejo: si la lactancia se te hace cuesta arriba o te surgen dudas, contacta con algún grupo de apoyo a la lactancia, formado por madres como tú y puericultoras.
Porque además de alimentarle, es importante que disfrutes (disfruten) de esos momentos de ternura y de contacto íntimo madre-hijo. Esa maravillosa sensación de complicidad y amor no se borrará nunca de tu memoria.
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