Relactación, cómo recuperar la lactancia materna
Hace unos pocos días acudió una pareja con un bebé de once días alimentado con suplementos de fórmula. La madre se arrepentía de la decisión que había tomado y manifestaba su deseo de amamantar, la duda que le surgía era si tras haber tomado medicación para suprimir la lactancia, sería posible dar marcha atrás y que debía de hacer para lactar.
Primero que nada felicitar a esta y muchas otras madres que habiendo tomado la decisión de no amamantar, no son capaces de privar a su hijo de la mejor leche del mundo. Sin lugar a dudas la lactancia materna es el mejor alimento para el bebé, pero son muchos los desconocimientos de las técnicas de lactancia y de muchos aspectos relacionadas con ella.
La inducción de la lactancia materna (amamantar sin haber parido), es todavía hoy un ejemplo de lo desconocida que es una técnica tan antigua como el hombre. No sólo la madre biológica puede amamantar, toda mujer tiene la posibilidad de vivir y crear ese momento único e irrepetible con su hijo, si así lo desea. No es condición indispensable el embarazo para la lactancia, este tan solo facilita el proceso, pero la capacidad de producir leche está determinada por la estimulación del pecho, la estimulación constante es lo único que se necesita para que se produzca leche, por lo tanto a más estimulo más leche se producirá. Que una madre adoptiva (o parejas de madres que quieran compartir la experiencia) produzca leche, es posible, lo cual no significa que sea fácil, requiere de motivación, confianza en sí misma y en su capacidad de producir leche y que además cuente con apoyo, y ayuda que refuerce su confianza, pero también debe prepararse mentalmente ya que necesita estimular el pecho porque la base de la inducción es la estimulación de la glándula mamaria para que la prolactina aumente en sangre y se inicie la producción de la leche. Es un proceso largo, que requiere de entrega, empeño y constancia. Y no en todas las ocasiones se conseguirá amamantar de forma exclusiva, siendo necesario en estos casos el complementar la leche materna con leche de fórmula. Pero a pesar de ello, si la madre lo desea merece la pena intentarlo, porque «ningún niño debería ser privado de la leche materna, ni ninguna madre renunciar al anhelo de hacerlo».
Otra circunstancia que se nos puede presentar como personal de la salud que nos dedicamos a este maravilloso mundo de la lactancia, es la madre que pese a haber decidido no amamantar y tomar el tratamiento necesario para suprimir el proceso, acude para revertir el tratamiento. Esa madre merece de nuestro apoyo y ayuda.
El tratamiento que se da a las madres para suprimir la lactancia en el caso de que no deseen amamantar, es un medicamento para que los niveles de prolactina disminuyan, y por lo tanto la producción de leche se vea suprimida, pero no sella los conductos ni la producción de leche, sino que en cuanto haya estimulo suficiente la leche vuelve a salir, y a menor tiempo transcurrido, más fácil será que se produzca leche y que el bebé se prenda al pecho.
En estos casos de relactación es muy recomendable hacer mucho piel con piel con el bebé, esto estimula la producción de oxitocina en la madre y ayuda a que el bebé pueda prenderse espontáneamente al pecho, se debe ofrecer el pecho cuantas más veces mejor, como mínimo 10-12 veces al día y siempre antes de dar el suplemento, que se le debe dar a través de vasito, cuchara, jeringa o relactador, pero nunca con biberón. También es recomendable evitar el uso de chupete, para no perder tomas y aumentar la estimulación mediante la succión no nutritiva.
Volver a amamantar es posible si la madre está motivada y apoyada. Si es necesario pide ayuda en tu centro de salud o busca un taller de lactancia, te asesorarán con el proceso.
Autora: Cintia Borja, Enfermera, consultora lactancia materna certificada IBCLC. Valencia.
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