Asfixia postural: los bebés no deben dormir en el huevito.

Cuando nace un bebé pasa de estar en un ambiente acuoso, flotando en el líquido amniótico, para habitar en nuestro medio, seco, en el que vivimos bajo la fuerza de la gravedad. Los bebés no tienen fuerza suficiente para mantenerse sentados y por eso deben dormir siempre acostados sobre su espalda. Lo que sucede es que al nacer la columna vertebral de los bebés tarda algunos meses en fortalecerse y en permitirles adquirir una postura estable, a la vez que sus músculos están muy débiles, de manera que no son capaces de sentarse y mantener la espalda recta. Usualmente esto no representa un problema ya que durante los primeros meses de vida los niños permanecen la mayor parte del tiempo acostados o en brazos de sus padres. Sin embargo, el hecho de que pasen demasiado tiempo en el huevito, sobre todo si se duermen, podría no ser muy seguro.

Cuando a un bebé que aún no sostiene su cabeza de manera autónoma se le sienta en una silla de auto o huevito, si no está bien puesto, su propio cuerpo (por la fuerza de la gravedad) se flexiona sobre sí mismo, haciendo una “C” demasiado pronunciada que dificulta que puedan expandir el tórax y el abdomen para respirar. Si la cabeza cae además hacia adelante, con la barbilla en el pecho, la dificultad para respirar es mayor hasta el punto de cortarse el flujo de aire. Si no se remedia esa posición, la muerte resulta inminente porque no les es posible respirar.

Los huevitos solo deben utilizarse para el auto, donde los bebés deben estar bien ubicados y no por más de una hora y media. Por bien colocados o ubicados se entiende que debe usarse el arnés de sujeción adaptado al volumen del cuerpo del bebé de manera que sujete sus hombros pegados al respaldo de la silla para evitar que caigan hacia adelante. De igual modo, la cabeza debe quedar alineada con el cuerpo, no hacia adelante.

Dormir o pasar mucho tiempo en la sillita de coche podría ser muy peligroso para los bebés.

Un estudio realizado en el Children’s Hospital-St Paul de Estados Unidos analizó la respuesta de 100 recién nacidos que estuvieron sentados en una silla de coche homologada durante 60 minutos. Se valoró la saturación de oxígeno en sangre, que en los bebés oscila entre el 96% y el 100%, así como la aparición de alteraciones secundarias.

Durante el tiempo que duró el experimento los investigadores notaron que la saturación de oxígeno de los bebés se redujo del 97% al 94%, un problema que no solo reduce su capacidad respiratoria sino que limita la llegada de oxígeno al cerebro, lo cual puede provocar alteraciones cognitivas temporales y/o permanentes. Además, el 12% de estos bebés experimentaron apneas, una alteración en la que el pequeño deja de respirar durante algunos segundos, o bradicardias, una reducción del ritmo cardiaco.

Sin embargo, lo más preocupante es que no se trata de un resultado casual. Otra investigación realizada en la University Medical Centre de Eslovenia comparó el efecto en el organismo de los bebés al permanecer 60 minutos en una sillita de coche y 30 minutos en una cuna de hospital. Los expertos encontraron que los bebés que permanecieron en la cuna de hospital tuvieron una media de saturación de oxígeno del 97,9%, mientras que los que permanecieron en la sillita de coche mostraron una media de saturación de entre 96,3% y 95,7%.

Por tanto, los estudios muestran que los bebés no solo duermen y descansan más cómodos en sus cunas, sino que también están más seguros. Sin embargo, esto no significa que los huevitos para bebés sean poco seguras, lo que sucede es que hay que saber cómo y cuánto tiempo usarlas. Los bebés nunca deben quedarse dormidos en un huevito, ya que, si no están atados correctamente, puede que el aire que no les llegue bien a los pulmones y pueden asfixiarse.

 

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