Lactancia materna en múltiples
Sabemos que la leche materna está especialmente diseñada para cada bebé; la lactancia materna es la fórmula ideal por naturaleza para nutrirlos. Esto es así independientemente de si llegan solos o acompañados. Los mellizos o gemelos pueden llevar una lactancia materna exclusiva sin problemas y recibir asi todos los beneficios.
Para lograr esto las madres necesitan confiar en sus habilidades y estar informadas para entender las peculiaridades de la llegada de dos bebés.
Saber como se produce la leche humana, la ayuda a reforzar su confianza: la información fidedigna y con base cientifíca será su mejor herramienta. Cuanto más estímulo reciba el pecho, mayor será la producción de leche: si maman dos bebés se producirá leche suficiente para cubrir las necesidades de ambos.
Los bebés tienen que realizar buenas tomas durante el tiempo suficiente para lograr un buen vaciamiento y estímulo. Es importante tener presente en que semana de gestación nacen, observar si hay una importante diferencia de peso entre uno y otro, mirar el ritmo individual y la actitud de cada uno a la hora de mamar, las respuestas frente a los estímulos, la frecuencia de la necesidad de mamar, el temperamento, el comportamiento de cada bebé, la forma de emitir señales, las respuestas frente a la acción de mamar, etc. Partimos de la base que pese a haber nacido juntos, cada uno es un ser único e individual, con sus propios ritmos y procesos madurativos.
Los bebés que nacen con bajo peso o pretérmino necesitan un seguimiento especial, hay que observarlos regularmente para ver la forma que maman y asegurarse así una toma efectiva, para que se alimenten bien. Tener presente cual succiona vigorosamente y saber si existe esta diferencia como manejarse a la hora de colocar al pecho en forma simultánea a los dos bebés; considerar que el bebé que succiona más enérgicamente favorece al que es más somnoliento, al estar ambos mamando el que tiene una actitud más pasiva se ve favorecido por el estímulo que realiza su hermano y recibe más volumen de leche con menos esfuerzo.
Si bien es importante amamantarlos individualmente, pasados los primeros dias cuando la mamá esté más familiarizada con el temperamento de cada uno, su manera de mamar, el propio ritmo; colocarlos juntos no sólo la llevará a ahorrar tiempo sino también la beneficiará en la producción de la leche. Su cuerpo al hacerlo tal vez tres veces al día registrará la presencia de dos bebés estimulando el pecho a la misma vez, favoreciéndose así el aumento en la producción láctea por estímulo simultáneo, y el ajuste de la producción a los requerimientos.
Todos los bebés saben mamar cuando nacen, aunque necesitan ser cargados por sus madres y estar en contacto para ir al pecho, ya que no sólo encuentran en él el alimento que los nutre fisiológicamente sino que también cubren sus necesidades vitales de contacto para el desarrollo emocional.
Amamantar permite la cercanía que se necesita para conocer en forma única a cada bebé. Como ya dijimos, es posible y beneficioso amamantar a los dos bebés en forma simultánea, pero también es importante hacerlo en forma individual para facilitar el vínculo con cada uno.
En las familias de gemelos la lactancia favorece un espíritu de solidaridad, todos pueden participar de alguna manera colaborando, facilitándole la tarea a la mamá para amamantar, ayudando con las tareas hogareñas, colaborando en la atención y en la diaria de las actividades de sus otros hijos, permitiéndole de esta manera focalizar su atención en el cuidado de los bebés, en su descanso y recuperación física y emocional. Tengamos en cuenta que es una mamá que acaba de cerrar con el nacimiento, una etapa de embarazo gemelar donde no sólo se vio atravesada por gestar a dos bebés, sino también por la ansiedad que le produce el pensar en la organizacion familiar y el cuidado, atención, y la responsabilidad que implica el tener dos bebés a la vez.
Pedro Arocas – Alba
Crianza feliz
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